No se si ud. pero siento una desesperación cuando vienen todas las ideas a la cabeza en el momento en el que menos tiempo tengo para escribirlas. Me gustaría investigar mi cabeza para saber a qué estímulos responde, o qué debe pasarle para que broten las ideas. O mejor dicho, ¿Por qué aparecen cuando uno no está listo papa atraparlas? Es como si se pusiesen de acuerdo para pasar en estos momentos para evitar ser capturadas. Se pasean por en frente de mis ojos y revolotean, cual animales salvajes, mofándose de mi responsabilidad, mofandose de mi incapacidad de dejarlo todo botado y entregarme a la caceria despiadada... Pasan, trato de atraparlas, pero son muy rápidas.
Pero uno carga con ese gran pesar. Ese pesar de ser un peon, un juguete del destino, como dijiera Shakespeare. Uno está y tiene que hacer lo que tiene que hacer...
