Este año se va a pasar volando... ¡Qué les apuesto!

Este año pasará muy rápido...

Incluso, más rápido si consideramos que empecé a escribir esto el año pasado.

El sueño me abruma en la hora de este post. El párpado izquierdo dejó de tiritar, por lo menos en apariencia, ya que en el espejo se veía inmóvil. La tendinitis no tratada, provoca más cansancio en brazos y hombros, y a veces dolor al dormir. Ya casi no recuerdo como se siente empuñar las manos... Suena trágico, pero no es algo más que cotideano; al no ser una lesión inhabilitante, lo postergas. En realidad uno posterga todo, o casi todo.

Postergar. La verdad es que una porción importante de mi vida ha sido postergar. Y hay ejemplos por doquier: Postergar la compra de la guitarra elérctrica, ya que para eso se hace falta dinero (sí, ya sé que es obvio); postergar el cambio de casa, por los motivos que sea; postergar hacer ese orden que tanto me gustaría tener en mi oficina; postergar la postulación a la beca, aunque espero no postergarla este año; y, por último, postergar este post, a pesar de las ganas que he tenido de escribirlo. De nada vale llorar sobre la leche derramada. Lo hecho, hecho está y avanzamos para conseguir nuestros sueños, aunque estos sean espejísmos, o tesoros de oropeles. Se nos va la vida buscando aquello que siempre hemos tenido.

Me voy a tomar una cerveza Stella Artois. No había Paulaner y la Austral estaba muy cara. Cristal, nones, mejor una Escudo, pero esa la compro a la vuelta de la esquina. No necesito ir al supermercado a comprar una Escudo. Eso es como ir de paseo a Brazil y traer un lapiz Bic de souvenir :-p (dígo, no se me ocurrió otra analogía).

Ya me dió sueño. A dormir.