Son las 8 y algo de la tarde en Iquique y a lo lejos se oye una banda de bronce tocando temas navideños y repartiendo alegría. Es una vieja tradición que partió en los años 80's. En esos tiempos salían grandes camiones decorados con temas infantiles e iban a las casas de sus trabajadores a llevarles regalos y golosinas. Tal tradición perdura hasta nuestros días. En el camino hacia sus destinos, los hombres y mujeres voluntarios que amenizan sobre los carros, disfrazados de viejitos pascueros o de personajes de dibujos animados, arrojan dulces hacia las veredas a los niños, quienes gritan "¡tira pastillas!", algunos con algunos insultos inclusive. En el norte les decimos "pastillas" a las golosinas, dulces, o caramelos. Duran hasta la navidad, y después las calles vuelven a "ruido habitual". Ahora, pasan carros tocan Reggaetón en sus altavoces, ¡y no me gusta! Pero bueno...
Con esa bulla navideña de fondo, y el clima templado, es fácil andar descalzo y con shorts en días como hoy... Pero, por otro lado, es una pena que aun tenga que trabajar. Aunque eso no me decae, ya que sé que mis alumnos de Pedagogía en Inglés, de Traducción y de Educación Parvularia han estado trabajando para terminar con sus últimas evaluaciones. Pero estamos trabajando por algo bueno y vale la pena. Ojalá que se reconozca el trabajo extra que hacen miles de docentes en todo Chile, fuera de su jornada.
Pero no todo es trabajo, ya van a ser las nueve y es hora de tomar té, té con yerba Luisa y pan: un clásico. Un saludo navideño a todos mis lectores. :) Nos vemos pronto
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